Los Juegos Olímpicos son para los deportistas. Ellos se ganan el billete, compiten y se llevan la gloria o la decepción. Son las estrellas, los referentes y, cuando las cosas salen mal, los 'fracasados'.

Pero detrás, como apoyo, ayuda e impulso se sitúan los técnicos y en muchas ocasiones, de su talento y profesionalidad también dependen los resultados. En este apartado se sitúan los vigueses Domingo Salinas (55 años) y Susana García (64). Ellos formaron parte de la selección femenina de baloncesto que acudió a los Juegos de Pekín 2008 tras años de escalada a nivel internacional.

"En nuestro caso, no había esa presión de optar a medalla, todavía no teníamos ese caché. Juegas con menos presión y lo disfrutas mucho porque unos Juegos son una pasada. En otras competiciones solo ves tu deporte y aquí te encuentras de todo. España ya era en Europa una potencia, pero todavía no estábamos en ese peldaño de conseguirlo. Si llegamos a ella, hubiese sido un superéxito. Pero el quinto es lo que entraba en los planes", explica Susana García. Por eso, en su caso, admite que "me quedo más con las sensaciones y la experiencia de ir, que con la competición en sí. Aunque supongo que si hubiéramos conseguido una medalla sería diferente", admite la preparadora. En su caso, ejercía de ayudante del entrenador, Evaristo Pérez. "Me encargaba, sobre todo, del scouting del rival. Después, "el carácter de cada uno influye. Habrá jugadoras que se lo tomen con menos tensión que los entrenadores. Tienes responsabilidad, pero hasta cierto punto. El preparador principal es el que tiene más presión. Pero también depende mucho de cada uno. Yo, en el banquillo, lo vivo mucho. Muchísimo", admite la viguesa.

Un papel similar vivió Domingo Salinas. En su caso, preparador físico del grupo. "El formato es similar a otro gran campeonato. Para mí, la principal tarea ya está hecha porque las jugadoras tienen el trabajo previo de preparación para rendir. Sí es cierto que nos encontramos un calor terrible. Tienes que combatir eso y tratar de hacer un mantenimiento de la condición, especialmente de las que no juegan", expresa.

En ambos casos, pudieron disfrutar del viaje a Pekín y de la ciudad porque "al quedar eliminados, nos ofrecieron regresar de inmediato o al terminar los Juegos", explica García. Optaron por seguir allí y viajaron, vieron partidos y, entre ellos, la final masculina entre Estados Unidos y España. "Fue el partido de baloncesto que más disfruté viéndolo". Eso sí, con reprimenda de Kobe Bryant, que metió un triple con falta personal en el último cuarto, y "se giró para nosotras y nos mandó callar, que estábamos todo el partido protestando porque hacían pasos".

También estuvo en ese enfrentamiento Domingo Salinas, que se fotografió con el malogrado jugador tras la final. "Puedes encontrarte en un pasillo con Usain Bolt o Kobe Bryant. Son aspectos que no se olvidan, es una sensación de satisfacción. No llega mucha gente y tienes el privilegio de estar ahí. De pequeño estás viendo unos Juegos en la tele y, de pronto, eres tú parte de eso", indica Salinas.
No obstante, el preparador físico también aprovechó para caminar por la ciudad y "pude callejear y observar el otro lado de Pekín, lo que no era la ciudad moderna. Los barrios populares, los hutongs, que ya los estaban retirando en aquel momento. Y, madre de dios. Tengo fotos allí y me quedó grabada en la mente esa imagen. Había un contraste enorme, la riqueza y, al otro lado de la calle, las alcantarillas al aire libre".

 

Ambos técnicos salieron de la selección española en 2011 cuando España quedó apeada de los Juegos de Londres. Un varapalo que provocó el cambio de entrenador y la llegada de Lucas Mondelo con un nuevo equipo de asistentes. Eso sí, en aquellos Juegos de Pekín hubo mucho acento vigués porque, además de Susana García y Domingo Salinas, en el equipo estaba la olívica Tamara Abalde y las excélticas Alba Torrens, Laura Nicholls, Cindy Lima y María Revuelto.

Domingo Salinas ya había pasado anteriormente por los Paralímpicos de Sidney en atletismo y Susana García siguió en el baloncesto internacional como asistente de Chema Buceta en Gran Bretaña. "Entré en 2015 y los dejé este año porque ya se me hacía difícil". Eso sí, sigue de cerca la Liga Femenina porque tenía a varias británicas en ella y vaticina que la joven ourensana Raquel Carrera ira a Tokio: "Da gusto verla jugar. No se corta en la pista y eso es buenísimo para una deportista. Esta no se corta un pelo, tira para adelante siempre. Y si se equivoca, busca la siguiente sin venirse abajo. Tiene baloncesto y, después, tiene cosas que son muy difíciles de enseñar que tiene asumidas".

Desde el televisor lo verán Salinas y García, un dúo técnico de primer nivel que desde Vigo sumaron un torneo internacional tras otro y, entre ellos, los Juegos Olímpicos de Pekín

 

Jorge Castro
atlantico.net
foto (2) LOKOS X EL BALONCESTO FEMENINO