La base aragonesa, que anunció la pasada semana su retirada temporal por estar embarazada, sumó el domingo un nuevo éxito a su palmarés con el Valencia Basket.

 

Cristina Ouviña acaba de cerrar una de las semanas más especiales de su trayectoria. Lo hizo, además, con la conquista de un nuevo título a su dilatada carrera, después de proclamarse con el Valencia Basket campeona de la Supercopa Femenina Endesa ante el Casademont Zaragoza. Solo cinco días antes de disputar la final del torneo en Alcantarilla (Murcia), la base aragonesa anunció su cese temporal como jugadora profesional de baloncesto por una extraordinaria razón: estaba embarazada.

“Muchísimas gracias a Valencia Basket por, no solo entender mi situación, sino también por su apoyo en todo momento. Me gustaría poder ayudar de la manera que sea tanto a mi equipo como al club y me pongo a su entera disposición”, señaló la zaragozana, que también pidió “la mayor intimidad posible” para vivir “esta etapa tan bonita”.

Por este motivo, pese a que ya no puede competir debido a su estado de gestación, Cristina Ouviña sí quiso estar junto a sus todavía compañeras en la cita murciana. Fue una más en la expedición naranja durante todo el fin de semana, desde que llegó a Alcantarilla hasta que se fue el domingo por la noche con el título de campeona.

La presencia de la jugadora aragonesa no pasó desapercibida durante los partidos en el pabellón Fausto Vicent. Decenas de compañeras, técnicos, aficionados y responsables de los cuatro equipos participantes se acercaron hasta la base para felicitarla por su gran noticia. En la final, con el encuentro ya resuelto frente al Casademont, la realización del partido tuvo también un guiño con Ouviña, que sonreía desde el banquillo.

El Valencia Basket, un superequipo que ha vuelto a demostrar la enorme superioridad que atesora sobre el resto de conjunto españoles, rastrea el mercado estos días en busca de un posible reemplazo para la aragonesa.

Javier Oliván
heraldo.es
foto FEB