Las gerundenses dominan en el Cadí y encauzan la eliminatoria de cara al partido de vuelta del próximo miércoles en Fontajau

 

A veces ostentar el cartel de favoritas puede jugar una mala pasada. No fue el caso de Spar Girona que, a pesar de llegar al palacio de Deportes de la Seu d'Urgell habiendo encadenado dos derrotas consecutivas en liga (Valencia y Araski) , hizo el trabajo y encarriló la eliminatoria de los octavos de final de la Eurocopa . Las de Roberto Íñiguez ganaron de dieciséis el partido de ida y dejaron los deberes medio hechos de cara a la vuelta que se disputará el próximo miércoles en Fontajau.

Las gerundenses, que continúan con las bajas de Marta Canella e Irati Etxarri , sumaron mejores noticias: el regreso de Rebekah Gardner y el buen momento de forma de Magali Mendy . La estadounidense, que llevaba prácticamente ocho meses parada por una lesión en el pie que la apartó de la WNBA esta pasada temporada, acabó el partido con buena nota (12 puntos y 4 rebotes). Le acompañó la francesa, que cada vez más va recuperando el punto de mira (15 puntos y 7 rebotes).

Sin embargo, no todo fueron flores y violas para las gerundenses que tuvieron que sudar cuando el Sedis -muy acondicionado por las bajas de Júlia Soler y Montserrat Brotons - se puso a dos puntos en el tercer cuarto y encendió la furia de Roberto Íñiguez, que pedía intensidad a sus jugadoras.

Las caras de concentración de las gerundenses en el Palacio de Deportes de La Seu d'Urgell lo decían todo: no había otra opción que ganar. Aún con la derrota de Araski en la retina, las visitantes arrancaron la eliminatoria con un parcial de 3-12 impulsado por una acertada Magalí Mendy que obligó a Fabián Téllez a frenar la sangría. Todo mientras Roberto Íñiguez aprovechaba la ocasión para dar los primeros minutos a Rebekah Gardner.

Las bajas del Sedis no mermaron su espíritu luchador y Veronika Reménárova reflotó a sus compañeras en el momento más delicado. En un cerrar y abrir de ojos, las urgelenses secaron la diferencia (13-14). Por fortuna visitante, un triple sobre la bocina del primer cuarto de Magalí Mendy oxigenó al Spar Girona ante la cara de manzanas agrias del técnico vitoriano, que estaba visiblemente enfurecido.

El desacierto y los balones perdidos se apoderaron del Cadí y los visitantes lo aprovecharon para colocar la máxima diferencia (+11) en el marcador. La superioridad de Marianna Tolo bajo el aro se puso de manifiesto, pero, sin embargo, las gerundenses no conseguían desembarazarse de un Sedis que, pese a ir a trompicones, llegaba al descanso a once puntos (25-36).

Volviendo de la pausa, los gritos de Roberto Íñiguez —que bramaba cada vez que sus jugadoras perdían un balón— conseguían superar a los decibelios de la sección de percusión del córner izquierdo del pabellón: «¡Hostia!, ¡venga, hombre!», gesticulaba el técnico, consciente de que había que salir de la Seu d'Urgell con la máxima almohada de puntos posible. Pero las locales no estaban dispuestas a ponerlo fácil y Amber Melgoza -que también debutaba ayer con el Cadí- puso emoción al partido con cinco puntos consecutivos (38-43). Las locales sufrían en exceso a la hora de atacar el rebote ante la superioridad de centímetros de las gerundenses, pero no se arrugaron y se colocaron a dos, lo que reanimó en el pabellón.

Laura Peña apareció en el último cuarto con dos acciones consecutivas que permitieron a Uni recuperar la hegemonía (+15) y apagar la llama local. Al Sedis se le acabó la gasolina y las gerundenses lo aprovecharon para disparar su anotación con una más que notable actuación de Rebekah Gardner, que jugaba su primer partido como si no hubieran pasado los días.

Con todo el pescado vendido, las visitantes respiraban aligeradas al escuchar la bocina final: trabajo realizado. Dieciséis puntos de renta que sirven para dejar la eliminatoria encarrilada de cara al partido de vuelta de la próxima semana. Y mejor: el técnico, Roberto Íñiguez, destensaba los puños de las manos y felicitaba, una por una, a las jugadoras después del partido. Una señal de aprobación del entrenador que, sin embargo, volvió a subrayar en declaraciones tras el partido que «queda mucho trabajo por hacer».

Clara Julià
diaridegirona.cat