El técnico asistente del Uni recuerda que la eliminatoria ante el Besiktas, que arranca hoy en Turquía "dura 80 minutos"
Técnico asistente del Spar Girona. Vivió el hundimiento del Akasvayu y del Sant Josep, pero también capitaneó el ascenso del Baloncesto Girona a la ACB el 19 de junio de 2022. Ahora, con 42 años, es el asistente de Roberto Íñiguez al 'Uni, donde llegó el pasado verano después de decidir que quería hacer camino al baloncesto profesional.
¿La apuesta que hizo en verano de dejar el Baloncesto Girona para ir al Uni ha valido la pena?
Sí, seguro que sí. El Bàsquet Girona es un gran club, y podríamos decir que con Uni somos como hermanos. Poder estar en casa viviendo esta experiencia es positivo para mí: la experiencia internacional, porque jugar en Europa es algo que no había hecho, afrontar doble competición, que es muy exigente, la gestión de entradas y salidas de jugadoras , el cambio de entrenador, aunque estas cosas nunca son agradables... vivir esto en una sola temporada a mí me hace mejor entrenador y me hace crecer. Personal y profesionalmente. También está el tema del idioma, aquí necesitas el inglés sí o sí, es obligatorio.
Usted había decidido intentar ser un entrenador profesional de baloncesto.
Correcto. Yo llevaba ya un año con esta idea, de hecho desde que subimos a la ACB con el Bàsquet Girona. Allí decidí dejar la escuela (era maestro de educación física) para centrarme en esto. La temporada pasada fui el responsable del área metodológica de la base del club y este verano quería ver qué opciones podían existir. Estaba dispuesto y hablado familiarmente de moverme, si llegaba el caso, o por lo menos valorarlo. Trabajando con Laia (Palau) por la parte femenina de la base tuvimos un buen entendimiento, también con Laura (Antoja), que creyó que podría ayudar, y salió la oportunidad de venir al Uni de asistente en el primer equipo.
¿Dónde se veía a un equipo LEB?
La idea era poder tener una oportunidad en las ligas que conocía, LEB Oro o LEB Plata, o poder hacer de ayudante, como estoy haciendo ahora, en un staff de un equipo masculino de primera nivel.
¿Qué le hizo despertar estas ganas de probarlo, tratar de ser técnico profesional?
La mayoría de mi trayectoria he ido probando la élite en cuentagotas. En la época de LEB Oro con Ricard Casas o Tabak en el Sant Josep, ya se me despertó un poco esta idea, pero el club, como había ocurrido con el Akasvayu, también se fue a pique. Luego estuve unos años en el GEiEG y para mí fue cómo olvidar un poco esta idea, además creció la familia. Lo que me volvió a despertar fue decir 'ostras, he estado al frente de un equipo de LEB Oro, con Marc Gasol, hemos hecho un trabajo brutal subiendo a la ACB y quiero seguir creciendo'. Para mí era una motivación muy grande.
Ahora que ya ha pasado un tiempo ya podemos hablar de ello: ¿le supo mal que el Baloncesto Girona no cuentas con usted para el primer equipo después del ascenso?
Hay un punto de decepción, de no tener la oportunidad de seguir con algo chula. Pero he aprendido que al final las decisiones dependen de muchas circunstancias. No me paré demasiado en pensar. En su momento pasé mi proceso de decepción y desencanto y lo que intenté fue seguir aprendiendo y creciendo. Al final eso me ha llevado a donde estoy ahora. No iba a ser.
¿Se entrena diferente un equipo masculino que uno femenino?
Hay matices. A nivel de trato quizás en el baloncesto masculino no debes dar tantas explicaciones, aquí en el baloncesto femenino es importante el discurso y el trato personal. Pero es bastante similar.
¿El Baloncesto Girona y Uni son muy diferentes?
Sí. A nivel estructural es donde he notado la gran diferencia. En Uni hay gente trabajando en todas las áreas pero parece dar la sensación de que falta alguna mano. En el Bàsquet Girona, incluso entrenando con juniors, en los viajes... a nivel estructural todo es diferente. Aquí todos debemos multiplicarnos un poco. Esto hace que sea vital tener una buena comunicación entre nosotros.
¿Y las aficiones? ¿Existen diferencias?
Hay puntos en común, pero quizá perciba la afición de Uni como más apasionada. Más encima del arbitraje, muy pendiente de la pista... La gente de Uni da todo el apoyo al equipo, a la institución, a las jugadoras, de forma incondicional.
¿Echa de menos las clases y sus alumnos?
En determinados días complicados, en este nuestro mundo, quizás dices 'donde me he puesto'. Enseñar me gusta, tanto como maestro de educación física como cuando he hecho cursos o alguna charla. Me gusta esta vertiente, estar delante de un grupo y aprender y discutir cosas... pero lo echo de menos.
¿Quién impone más a la hora de entenderse Marc Gasol o Laia Palau?
Quizá la palabra no sea imponer. Siempre que hablas con Marc o Laia eres consciente de todo lo que han vivido y ganado. Pero yo no soy demasiado mitómano y he intentado tratarlos siempre con la máxima naturalidad. Por ambos lados. Ambos son superexigentes y competitivos, gente que ha ganado mucho.
¿Cómo está el equipo antes de ir a Turquía?
Veo al equipo muy concentrado. En Valencia no competimos como habríamos querido, pero ese partido era difícil por las circunstancias que había. Veo el foco puesto al día a día, con el objetivo de sacar el máximo rendimiento individual de cada jugadora para ponerlo a beneficio del colectivo.
¿Había vivido una temporada con tantos obstáculos en forma de lesiones o cambios?
Yo personalmente no. Pero es verdad que siempre ocurren muchas cosas en un equipo profesional. En el año de LEB Oro empezamos una serie de jugadores, pero muchos se marcharon, la lesión de Jawara marcó el futuro de Carlos (Marco)... el día a día siempre es muy intenso. Claro que he alucinado un poco, que nos pasen tantas cosas acumuladas, pero un aprendizaje que me llevo es que no se puede mirar hacia atrás. Hace 10 días teníamos Gardner aquí al 100% y ahora ya no está, se ha ido a EEUU y ya se ha operado. Es una bola que si te detienes a pensar, te aplasta.
Eliminado el Galatasaray, ¿Uni es el favorito a la Eurocup?
Yo creo que no. Somos uno de los cuatro equipos que quedan en competición. Nos hemos ganado el derecho a estar ahí. Besiktas es un blog muy completo, tiene muchas armas. Ahora la cosa es jugamos el primer partido fuera, debemos enfocarnos en eso, que será complicado volver a ganar allí y que es una eliminatoria de 80 minutos.
¿La vuelta a casa es una roca en la faja?
Nos puede dar cierta seguridad siempre y cuando hagamos el trabajo fuera. Montpellier ya lo sufrió, lo hizo mal en la pista del Besiktas y lo arrastró toda la eliminatoria de cuartos. Fontajau siempre responde, lo vimos contra el Galatasaray, fue impresionante. Que nuestra gente pueda apoyarnos y ser la sexta jugadora en la vuelta puede ser determinante.
¿Qué ha aprendido de Roberto Íñiguez?
Es un entrenador que tiene una escucha abierta muy grande. Y esta escucha la utiliza en beneficio del equipo y del rendimiento. Puedes hablar con él de algo y es capaz de darle la vuelta y que en un momento determinado le sirva para hablar con las jugadoras. Esa capacidad de análisis me gusta. Y esto después lo sabe poner dónde toca y cuándo toca.
Se ha parado a pensar que el entrenador del ascenso del Girona a la ACB, ¿puede ahora ganar títulos con el Uni?
No pienso demasiado, la verdad. La gran experiencia de subir a la ACB, todo lo que vivimos tan intensamente, me dio también una contra balanza interesante: que todo es muy efímero. Cualquier victoria o gran resultado, si se da, lo celebraremos y estaremos muy contentos, pero al día siguiente tendré que estar pensando en entrenar o ver lo que hago. De todo se aprende.
Jorddi Roura
foto: A. Resclosa
diaridegirona.cat / G.T.