Las gerundenses, que perdían de tres al final del tercer cuarto (56-53) se hunden en el último y tendrán que remontar 21 puntos en el Besiktas

 

La final de la Eurocup está a una hazaña de distancia para el Spar Girona , que esta tarde se ha deshecho en el último cuarto y ha perdido por 21 puntos de diferencia (81-60) contra el Besiktas. Un parcial de 25-7 en los últimos diez minutos que nadie, ni desde la pista ni desde el banquillo , ha sido capaz de detener, dejando uno de los objetivos de la temporada en casi un imposible. Fontajau debe ser un clamor, el próximo jueves, pese a todo, porque el partido de vuelta de las semifinales de la Eurocup aún puede ser histórico, por muy utópico que parezca. Hay que intentarlo, no es ahora momento de tirar la toalla. Veintiún puntos, un reto mayúsculo, pero es que el premio también lo es, estar en la gran final.

Al inicio del último cuarto 'Uni estaba más vivo que nunca (56-53), pero se acabó desinflando en el peor momento . Ahora el Spar Girona llama a una remontada que deberá ser apoteósica después de perder el norte en los últimos minutos. El equipo de Roberto Íñiguez había sobrevivido en Estambul durante los tres primeros cuartos, ante un Besiktas que ha basado su juego en la base Evans y la inmensa pívot Li, con el añadido de que las gerundenses, con la baja de Tolo, no tenían 5 para poder defenderla. Pero al mal tiempo, buena cara, y si no estaban ni la australiana ni Nicholson, han emergido Magarity, Mendy y Bertsch. Uni ha tenido que salvar momentos realmente complicados (23-12, 37-27) pero siempre ha conseguido volver a reducir la diferencia por debajo de los diez puntos e incluso ha cerrado el tercer cuarto sólo tres debajo (56) -53). Hasta que se hundió en los últimos diez minutos.

El triple de Evans y unos tiros libres anotados por la misma base que representaban el 67-53 a poco más de seis minutos del final abrieron un tramo final de partido crítico para las gerundenses. Mendy ha hecho un tiro de tres (67-56) que detenía, por momentos el golpe e Íñiguez ha ordenado defender a toda la pista. Un triple de Lazic a poco más de cuatro minutos del final dejaba una desventaja de 16 (72-56) preocupante. Con el partido casi perdido tocaba intentar recortar en lo posible la diferencia. No era una misión nada fácil, y más con un arbitraje cada vez más surrealista y que permitió, por ejemplo, otros 18 tiros libres a las turcas. No ha habido manera y no sólo no se ha recortado nada, sino que aún se ha hecho mayor la herida .

Jordi Roura
diaridegirona.cat / G.T.