Carlos Colinas dirigió la ya penúltima victoria del Celta en Liga Femenina desde el banquillo (marzo 2012) y ahora vivió la última once años después desde la dirección


Carlos Colinas celebraba, como entrenador, la victoria del Celta Bosco ante el Sóller Bon Día por 58-81 un 17 de marzo de 2012. Poco podía imaginarse el preparador que para observar un nuevo triunfo de su equipo en Liga Femenina 1 tendría que esperar 11 años y medio. Y, además, que la siguió desde un puesto algo más alejado, el de director general.

“Lo paso mucho peor ahora. Estoy adaptado, pero cuando estás en el banquillo puedes tomar decisiones, y fuera no puedes. No es la primera vez que a mitad del partido me voy del pabellón. Después, vuelves a entrar… Se pasa muy mal”, asume con resignación. Y recurrre a la memoria para recordar que “quedaba una jornada. Nos salvamos en la penúltima y resultó un año duro, pero deportivamente fue duro porque nos salvamos con un equipo joven y que era justo. Pasamos muchos problemas económicos y el objetivo lo conseguimos, aunque luego la cosa terminó como terminó, con descenso”, relata.

Pese a cumplir en la pista, el fallecido Paco Araújo tuvo que tomar la dura decisión de descender por motivos ecónomicos. “Una vez que salvas al equipo, no lo piensas. Pero sí que era consciente de que a nivel económico la situación era mala. Vivimos un contexto difícil, con muy pocos patrocinios. Cuando pasaron unas semanas, ya nos dimos cuenta que lo que había que hacer era salvar el club y fue la decisión que tomó Paco Araújo en su momento. Recuerdo que fue muy sorprendente porque creo que fue la primera vez que un equipo renuncia a una plaza de máxima categoría. Y la federación nos dio una plaza en la segunda", recuerda Carlos Colinas.

Y la idea era regresar a la máxima categoría, pero se tardó mucho, más de una década. “Nunca lo sabes. Después de aquel descenso hicimos un equipo con todo niñas. Estaba Marta Canella (ahora internacional) y después apareció María Araújo. Al menos, todo ese periplo nos sirvió para estructurar el club, pasamos de seis equipos en la base a veintiuno”, describe el técnico y ahora dirigente. Él se pasó al despacho poco después y ahora admite que “la plantilla era más justa que ahora y pasamos muchos problemas económicos”, admite.

Eso sí, el contexto también era muy diferente. “El equipo actual puede ser mejor”, describe, pero en una realidad en la que “la liga de ahora es mucho más estable y consolidada. Recuerdo al Ros Casares de aquel año, que era el campeón de todo, pero el tercero o cuarto, ya era de un nivel normalito. Y ahora ya tenemos a tres en Euroliga y, económicamente, hay presupuesto ajustado como el nuestro, pero sí que hay una estabilidad económica que hace once años no la había. Los equipos eran buenos, pero el físico mucho más limitado. Ahora tenemos rivales que dominan desde lo físico”, relata Carlos Colinas.

Por todo ello, sabe que vive un contexto diferente, pero que “sabíamos que iba a ser una temporada díficil. Es un año de ganar lo que se pueda y donde se pueda”, describe Colinas. Vida de recién ascendido.

Jorge Castro
atlantico.net

foto: Cristina Graña. Faro De Vigo