Dos de las apuestas de Cadí la Seu para la temporada 2017-2018, las argentinas con pasaporte español e italiano, respectivamente, Andrea Boquete y Macarena Rosset han abandonado el barco catalán mucho antes de tiempo. Y casi sin preaviso.
Ninguna de las dos ya no estará el domingo sobre el parqué del Palau Municipal d’Esports de la Seu d’Urgell para enfrentarse al Uni Ferrol. El club leridano trabaja a contrarreloj para intentar atar alguna nueva incorporación.
De sopetón. Así llegó el adiós de Macarena Rosset y Andrea Boquete. Poco se lo podían pensar en Cadí la Seu. Rosset era una apuesta clara del club durante la pretemporada para la posición de base aunque finalmente acabase siendo la escolta titular del equipo que entrena Bernat Canut. Boquete llegó a las puertas del inicio de curso y gracias a la amistad que trabó con la capitana Georgina Bahí y la exCadí ahora en Polonia Tania Pérez cuando las tres coincidieron en el Berazategui argentino. Ambas jugaban más de veinte minutos de media por partido (22 la alapivot y 21 la escolta) y se habían ganado claramente -al menos a priori- el afecto del vestuario y de la entidad catalana. “Carácter argentino”, destacaban siempre en Cadí cuando se referían a ellas. El mismo carácter, por decirlo así, que han usado para dar el portazo al club de la Seu. De golpe y porrazo, la espantada. Sin margen para nada. Y bajo una supuesta no integración como pretexto.
El grueso del equipo viajó de vuelta a la Seu el domingo por la noche, con autocar, desde Girona, donde se había consumado la sexta derrota del equipo leridano que lo dejaba en la cuarta posición por la cola con solo cuatro triunfos. Boquete y Rosset jugaron algo menos de los habitual. Macarena, habi-tualmente más expresiva que su compañera de selección, hacía algunas semanas que no mostraba aquel fuelle de otras ocasiones. Pero dentro y fuera de la pista se pensaba que era debido a una molestia que padecía en un tobillo a raíz de una torcedura en un tobillo hacía cosa de tres semanas. Hasta Bernat Canut le había comentado que no se preocupara, que fuera paso a paso y recuperara las sensaciones necesarias que le permitieran volver al juego vertical que habitualmente desprendía. Andrea, visto los problemas con las jugadores interiores que está teniendo el equipo -con molestias o lesiones de más o menos duración de Nogaye Lo, Caitlyn Ramírez y especialmente Bahí- había tenido que desenvolverse tanto fuera como dentro de la pintura.
Terminó el domingo y llegó el lunes de ‘day off’. Y en aquel momento fue cuando Rosset y Boquete se plantaron. Que se iban. Sin más. Que no tenían -según fuentes de la entidad- problema alguno ni con el club ni con las compañeras ni con el equipo técnico. Pero que no conseguían adaptarse y que el tipo de baloncesto en España era muy diferente al que ellas conocían de Argentina. Las dos jugadoras mantienen un sepulcral silencio aún y ser contactadas por este medio. Tampoco las redes sociales a las que son asiduas dejan vislumbrar nada anormal. Cierta añoranza desde hace tiempo, sí. Cierta aversión al frío que las últimas semanas aprieta fuerte en el Pirineo catalán, puede que también. Pero era habitual ver a las dos jugadoras argentinas hacer actividades juntas y que a ellas se añadieran casi siempre otras de sus compañeras. Que si Yurena Díaz, que si Ariadna Pujol… de hecho, y al menos aparentemente, el carácter risueño especialmente de Rosset se hacía notar. Hasta el lunes.
Como las dos protagonistas de la espantada, el resto de jugadoras también prefieren guardar silencio. Al menos por ahora. Aseguran en el club que están centradas en conjurarse, en que la salida imprevis-ta de sus dos compañeras les afecte lo menos posible. De hecho, tras el partido de Girona fue el día que, a buen seguro, más enojado se notó al técnico, especialmente enojado por “regalar” veinte minu-tos. Eso es la primera parte. Si ya después de perder ante el Spar CityLift (72-60) todas las miradas estaban puestas en vencer como sea a Star Center Uní Ferrol, ahora el reto aún es mayor. Porque el club, ante la petición que les hicieron Boquete y Rosset, en un primer momento les pidieron un poco de margen. Ganar al menos una semana. La respuesta de las jugadoras fue negativa. Querían irse y lo querían hacer ya. Y con el billete de vuelta a Buenos Aires en el bolsillo. Ante tal posicionamiento se les dio de baja inmediatamente.
“Aquí no hay lugar para gente que no quiere estar”, aseguran fuentes próximas al equipo, que confirman la sorpresa con la postura evidenciada por las dos jugadoras argentinas al tiempo que intentar asumir que “lo pasado es pasado y ellas ya forman parte de este”. Una sorpresa, reconocen, que aun es mayor por el protagonismo que tenían ambas y porque desde el club se admite sin rubor estaban de lo más contentos con el rendimiento especialmente de Rosset (21 minutos de media; 7 puntos por par-tido, casi 7 créditos de valoración; buena asistente, fiabilidad casi total desde la línea de tiro libre), que había visto en la Seu -lo mismo haría Boquete (22 minutos; 6,4 puntos; 3 rebotes; 5,2 en valoración) después- una oportunidad única para debutar en una máxima división de baloncesto en un campeona-to del nivel del español.
Poco dado a estar sumido en montañas rusas, el club catalán intenta llevar como puede la situación creada con la espantada del mate -tanto Rosset como Boquete son asiduas a la tradicional infusión albiceleste- en una semana de difícil gestión en las oficinas. No obstante, y con el poco margen de maniobra que tiene, Sedis Bàsquet ha puesto en marcha la búsqueda de refuerzos. Ahora mismo, y para este domingo, Bernat Canut tiene ocho piezas disponibles y aún dos de ellas (Cate Ramírez y Andrea Vilaró) arrastrando algunas molestias. La prioridad sería contratar a una base que refuerce la dirección de juego que ejerce Yurena Díaz con la colaboración de Vilaró, que pasaría a posiciones más exteriores, y Marta Montoliu.
Uno de los primeros nombres que tuvo en mente y en la agenda el club fue la alemana Svenja Brunckhorst, ahora en el Niza francés después de jugar la temporada pasada en la Seu. Dejó buen recuerdo en la capital urgelense aunque no encajaba con el perfil de equipo que se diseñó para este curso. Por eso se descartó su renovación. Brunckhorst también estuvo a gusto en el equipo catalán. Seguramente más que lo está ahora en un equipo del cual como el de la Seu se esperaba algo más. Pero la base alemana está decidida a cumplir su contrato. Por tanto, el rastreo del mercado sigue abierto, también para intentar reforzar las posiciones exteriores. Sedis Bàsquet espera poder cerrar entre hoy y mañana, al menos, una incorporación. Y si puede ser con experiencia en la Liga Femenina y con ganas de estar en el Cadí mucho mejor. Con dos espantadas, basta.
TONI SOLANELLES
LOKOS POR EL BALONCESTO FEMENINO-Cadi La Seu