Llegó al equipo en el mercado invernal, como una pieza para apuntalar el conjunto, y su rendimiento ha sido excelso desde entonces. Aportando tanto en ataque como en defensa, desde el primer momento antepuso el juego del equipo al suyo, lo que sin duda se está refrendando en el colectivo. Un acierto de la directiva, que no dudó a la hora de contratar a una magnífica jugadora, y a una mejor compañera de plantilla. Ahora, totalmente instalada en el equipo, recibe al que hasta hace unas semanas era su equipo, el Instituto de Fertilidad. Asegura que no hay ánimo de venganza, pero sí de disfrutar de un buen partido, y de llevarse la victoria. Con ella en el bando andritxol, será más factible.
Pero, ¿quién es Bineta?
Me considero una persona simple, con un carácter propio, diría incluso que peculiar. Muy activa, con mucha energía. Y que desde pequeña ha vivido por el baloncesto. Recuerdo que me escapaba de casa para ir a entrenar, ya que soy la mayor de tres hermanos y debía quedarme en casa para cuidarlos mientras mi madre trabajaba. Mi madre, una gran mujer de la que estoy muy orgullosa, que siempre ha sido un gran apoyo para mí.
De pequeña te escapabas, ¿cuándo te empezaste a tomar el baloncesto más en serio?
A los 11 años, en quinto de EGB en Ibiza, la profesora de educación física me animó a probar. Era muy alta entonces, prácticamente como ahora, y por eso mismo destaqué desde el principio. Recuerdo especialmente que ese primer año me entrenó Kike Puertas, gracias a quien sigo jugando hoy en día, porque hizo que este deporte significara mucho para mí, pudiera disfrutara con ello.
Debió ser importante para ti el paso por el Centro de Tecnificación…
Sin duda. Al mudarme a Mallorca, dejando el Tanit ibicenco a mitad de temporada, fiché por el Sant Josep. Mi entrenador era José Luis Alberola, y fue él quien tres años más tarde me llevó en el nuevo programa de tecnificación balear, el CTEIB. Entrar a formar parte de ese proyecto fue una de mis mejores decisiones, porque me ha llevado hasta donde estoy ahora. Me enseñó a trabajar duro, a tener constancia en el baloncesto. Al principio era complicado, llegué al Centro con falta de disciplina, se hizo difícil… pero poco a poco empecé a disfrutar de verdad, a ser más constante, a entender el juego trabajando la técnica individual. Supieron explotar todas mis cualidades como jugadora. He de afirmar que tengo muy buenos recuerdos de esa época, y anécdotas que algún día podré contar a mis hijos.
¿Y al salir del CTEIB?
Fue como salir del cascarón. Estuve dos años en el Sóller, y empezó otra fase de mi experiencia deportiva, completamente distinta. Descubrí otros aspectos del baloncesto que no conocía, tanto positivos como negativos. En el 2008 decidí volver a mi club de origen, y recuerdo ese año como el mejor de mi trayectoria, con Miguel Ángel Leo como entrenador. De ahí pasé al Jovent, mi primera experiencia en Liga Femenina 2, aunque fue un viaje corto. Pero me permitió conocer a Trini Bou, quien unos años más tarde me llamaría para su nuevo proyecto en Andratx. No me lo pensé.
Ya en Andratx, el año pasado, consigues el ascenso a Liga Femenina 2. Aún así, las cosas se complican en los despachos, y hasta última hora no se confirma el ascenso. Eso provoca que algunas jugadoras, como tú misma, abandonarais el equipo. ¿Qué se te pasó por la cabeza durante la espera, durante el verano?
No fue una decisión fácil. Tuve en cuenta muchos factores, y muchas promesas que después se incumplirían. En Andratx me sentía muy cómoda y valorada, y quería continuar. Pero también quería jugar en Liga Femenina 2. Y la espera se me estaba haciendo larga… Quizá debería haber tenido más fe, confiar en que el ascenso del Andratx se confirmaría, pero escogí lo seguro, y fiché por el Bahía, el Instituto de Fertilidad. También influyó mucho que la entrenadora fuera As García, con quien ya había tenido el placer años atrás de entrenar en el Centro de Tecnificación.
¿Cómo fue tu llegada al Bahía?
La verdad es que llegué con mucha ilusión. Llevaba todo el verano deseando empezar la temporada, empezar a competir en la categoría…
Pero las cosas no salen como deseabas
Todo jugador o jugadora lo que quiere es jugar. Por desgracia, la situación económica actual del baloncesto balear no permite que una jugadora pueda dedicar todo el tiempo que le gustaría al baloncesto, y esto se traduce en una incompatibilidad a la hora de afrontar un trabajo laboral y una carrera deportiva tan exigente. Cierto es que yo sabía dónde me metía, pero ellos también. Y cuando se firma un acuerdo, se debe respetar hasta el final.
¿Cómo fue tu salida del Bahía?
Era lo esperado, lo que tenía que pasar tal y como estaban las cosas.Sólo era cuestión de tiempo, hasta que en enero se me presentó la oportunidad de volver al CB Andratx, gracias al trabajo de Trini Bou y José Castro.
Llegas, y en apenas unos días, ya estás perfectamente integrada…
Totalmente cierto. No es lo mismo que llegar a un equipo nuevo. Ya conocía a prácticamente todas las jugadoras y cuerpo técnico, y había estado muy a gusto con ellas. Excepto a Jaz, Mile y Nina, que son unas chicas fantásticas, un diez como personas y como profesionales. La verdad es que ha sido muy sencillo.
¿Cómo ves en estos momentos al equipo?
Es un conjunto muy compensado. Tenemos tiro exterior, rebote, buenas dribladoras. Un equipo versátil, capaz de competir en cualquier pista si se hacen las cosas bien. No hay individualidades, todas trabajamos por un objetivo común, la permanencia.
¿Se puede lograr ese objetivo, esa permanencia?
Por supuesto. Depende de nosotras, y disponemos de medios suficientes para lograrlo.
El partido de este sábado, ante el Bahía, sin ser crucial, sí se presume importante. ¿Cómo crees que será? ¿Dónde puede estar la clave?
No será un partido fácil. Desde mi punto de vista, una de las claves estará en la defensa. Debemos salir agresivas desde el comienzo del partido. Dejarles claro que jugamos en nuestra casa, y ahí es donde nos sentimos fuertes. Tienen jugadoras muy buenas, como Esther Morillo, con años experiencia en este nivel, Pola, María España o Gigi, sin menospreciar a las demás. Debemos ser capaces de frenarlas.
¿Qué significa el partido para ti, para el Andratx, y para el baloncesto femenino balear?
Un derbi siempre es un derbi. Habrá tensión, es un partido de máxima rivalidad, y los dos equipos tenemos muchas ganas y mucha ilusión por ganar. Pondremos todo para llevarnos la victoria, como hacemos en el resto de partidos. Y de conseguirla, sería un paso de gigante para la salvación. Lo que sin duda sería una gran noticia para el baloncesto balear, pues siempre es importante tener más de un equipo en la Liga Femenina 2.
CB Andratx