Anna Cruz, base de las Minnesota Lynx, se convertirá en la segunda española en una final de la WNBA. Las Indiana Fever son el último obstáculo en su camino hacia el anillo.
Pregunta. ¿Qué se siente estando a las puertas de la final de la WNBA?
Respuesta. Alegría. Suena perfecto, pero ahora nos falta redondearlo.
P. ¿Cómo ve la final?
R. Los dos equipos hemos llegado luchando y trabajando mucho. No se puede hablar de favoritos. La final está al 50%. Tenemos el factor cancha y debemos aprovecharlo, pero ellas han eliminado a Chicago y Nueva York sin tenerlo
P. ¿Se imagina con el anillo?
R. No he pensado nada sobre él. Sólo que quiero ganarlo. Espero que este sueño acabe bien porque no sé si lo volveré a vivir alguna vez. Hay que aprovecharlo y disfrutar de la experiencia. Intento no pensar en lo que supone jugar una final de la WNBA. Intento quitar peso a esto y que parezcan partidos normales para notar menos nervios, pero es muy complicado.
P. Y está ahí siendo importante en su equipo: titular en 17 partidos, 29,1 minutos y ocho puntos de media.
R. Llegué tarde tras jugar el Europeo, pero la entrenadora me dio confianza desde el primer día. He jugado minutos importantes y me he sentido valorada.
P. ¿Sabe que es la española con más partidos (56 en Liga regular) y puntos (439) en la WNBA? Menos mal que sólo fue allí para probar.
R. No lo sabía. Fui el año pasado al training camp de Nueva York y me hice hueco. No imaginaba esto, pero se fueron dando situaciones: jugar bien, que Minnesota me quisiera... Si me lo dicen hace un año no me lo creo.
P. Es de las pocas españolas que repite año en la WNBA. ¿Le gusta más que Europa?
R. Es que no te puedes negar a una oferta de uno de los mejores equipos de la WNBA y a intentar ganar un anillo. El juego es rápido y más físico, con más espectáculo. Me gusta.
P. ¿Cómo es jugar junto a Maya Moore?
R. Una pasada. Me reafirmo en que es la mejor. Ojalá supiese cuál es su secreto para copiarla. Tiene un don: todo lo que tira, lo mete. También trabaja mucho. Vive para el baloncesto. Es ejemplar.
P. Y tras la final, a Rusia.
R. Sí, vuelvo al Orenburg. Espero tener algún día libre para descansar en lo físico y en lo mental para olvidarme un poco del baloncesto. Es el segundo año sin descanso entre Rusia, la selección y la WNBA. Cuanto menos piense la paliza que llevo, mejor.
P. ¿Le ha dicho Ricky si irá a algún partido de la final?
R. Entrenamos en la misma cancha y nos hemos cruzado algunas veces. Me ha dado ánimos. Ya ha estado en algunos partidos y me ha dicho que espera poder ir.
Anna Cruz, base de las Minnesota Lynx que eliminó a Marta Xargay (Mercury) en la final del Oeste, será la segunda española en una final de la WNBA y tratará de emular a Amaya Valdemoro ganando el anillo.
La base española, una de las protagonistas de los 'highlights' de las Finales de Conferencia de la NBA femenina, llega a las Finales frente a las Indiana Fever con unos promedios de 7,8 puntos, 5,3 rebotes, 3,4 asistencias y 1,2 robos en 27,9 minutos, siendo titular en 17 de los 27 partidos que ha disputado
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