/Alba Torrens, que el pasado domingo se colgó al cuello la medalla de bronce del Mundial de baloncesto disputado en Tenerife, ha vuelto este mediodía a Mallorca tras cumplir con los compromisos de la selección en Madrid y realizarse unas pruebas médicas en Barcelona para asegurarse que los problemas físicos que tuvo en la rodilla durante la preparación son cosa del pasado. "Todo está bien", ha asegurado.

Al llegar al aeropuerto de Son Sant Joan, la mallorquina se ha dado un sentido abrazo con su abuelo Joan, que ha comentado ante los medios que "le había prometido que si volvía con medalla, vendría a recibirla". "Era una buena motivación", ha respondido la nieta.

La recepción de la jugadora con un metal colgado en el cuello es ya una costumbre anual. Torrens ha conquistado su sexta medalla consecutiva con la selección española para un total de once, ocho de ellas con la absoluta. La de Binissalem ha señalado que la clave del éxito de esta selección, que la describe como "un equipo que lo hace todo de corazón", es que "en cada reto nos hemos quitado las medallas conseguidas para volver a luchar y trabajar".
Asimismo, el último éxito tiene un sabor más especial por haber hecho frente a la baja de Sancho Lyttle, con rotura de ligamentos cruzados, y los problemas físicos con los que llegaban a la cita mundialista Sílvia Domínguez, Anna Cruz y lsa propia Alba.

En este sentido, la jugadora ha comentado con una gran sonrisa que "estamos muy contentas porque ha sido un camino duro. La verdad que esta medalla tiene mucho valor y ahora toca compartirlo con la familia y amigos".

No obstante, su paso por la isla será efímero. Torrens inicia mañana mismo su vuelta a Rusia para reencontrarse con su equipo, el UMMC Ekaterimburgo, y preparar su primer torneo de la temporada, la Supercopa de Europa, ante el Galatasaray turco, su exequipo durante 2011 y 2014.
"Es verdad que hay muy poco tiempo entre una cosa y otra, pero empieza el reto de iniciar esta nueva temporada con objetivos muy ambiciosos y arrancar con un título en juego, motiva", ha concluido.

Joan Almendro
diariodemallorca.com